
Especialistas del sector de seguros marítimos en los Estados Unidos advierten que no es un hecho aislado la colisión del buque mexicano Cuauhtémoc con el Puente de Brooklyn en Nueva York.
Evidenciaron posibles fallas sistémicas tanto en las tareas de prevención de riesgos como en la asistencia a buques de envergadura importante para salir de los puertos estadunidenses.
No es el primer choque de un buque
En un artículo publicado en el sitio especializado en aseguranzas Insurance Business Mag, el capitán Rahul Khanna, director global de consultoría de riesgos marítimos de Allianz Commercial, sostuvo que lo ocurrido con el navío mexicano pudo prevenirse al igual que lo sucedido hace un año con el buque carguero que se estrelló contra un puente en Baltimore.
El accidente en el puerto de Baltimore ocurrió el 26 de marzo de 2024 cuando el buque de carga de bandera de Singapur MB Dali experimentó fallas eléctricas al ejecutar la maniobra de salida del puerto.
La pérdida de propulsión de la nave, sumado a la falta de suficiente asistencia externa, provocó que ésta se estrellara con un puente vehicular provocando la caída de cientos de autos al agua y la muerte de seis trabajadores que daban labores de mantenimiento.
¿Los accidentes se pudieron prevenir?
Si bien son percances de una envergadura distinta – aunque ambos dejaron víctimas fatales – el especialista subraya factores en común como la cuestionable actividad de buques remolcadores y la potencial ausencia de acciones inmediatas de contingencia.
“No son hechos aislados ni fortuitos. El incidente de Baltimore obligó a la industria a reconsiderar sus suposiciones sobre la seguridad y la estabilidad de la infraestructura portuaria» dijo Khanna.
«Y ahora, apenas un año después, tenemos otro evento, aunque de menor escala, que vuelve a generar las mismas alarmas”, lamentó.
Aunque las investigaciones siguen en desarrollo existen múltiples videos que evidencian, al menos desde el exterior, lo ocurrido en el Cuauhtémoc, el capitán coincide con lo dicho por otros colegas previos, respecto a los cuestionamientos sobre la participación de un solo remolcador sin amarres al buque.
Así como la aparente inexistencia de un plan de contingencia ante el movimiento inercial hacia el puente en el que quedó atrapado el buque escuela mexicano.
Desde el incidente en Baltimore, agrega el experto, se había puesto sobre la mesa la urgencia de que en los puertos estadunidenses existieran planes y estrategias proactivas de mitigación de riesgos y no sólo reactivas.
Por ejemplo, la obligación de que se utilicen remolcadores en una cantidad suficiente, y que esto no sea un apoyo discrecional como ocurre hasta ahora.
“Esto sin duda puede ser una medida costosa en términos económicos. Pero al sopesar ese costo con las vidas perdidas, el daño a la reputación y la enorme exposición financiera, esta es una conversación que vale la pena tener·, indicó.
El experto de Allianz Commercial adelantó que es altamente probable que luego de este nuevo siniestro las aseguradoras eleven la presión sobre las autoridades marítimas y portuarias para que se establezcan estándares más altos en cuanto a evaluaciones de riesgo con una regulación más estricta en el ingreso de buques extranjeros a puertos que les son desconocidos.